Muchas veces me he hecho preguntas sencillas y naturales, que nunca nos plantearíamos hacer, pero que tienen una respuesta completamente obvia. Una de ellas es ¿Por qué nos sale sangre cuando nos caemos?, tiene una respuesta lógica, pero yo, al ser demasiado pequeña para comprenderla, y siquiera planteármela, decidí inventarme la mía propia, una respuesta que, con el tiempo, fue creciendo y transformándose en lo que ahora es, un cuento.
Antiguamente, en vez de salirnos sangre cuando nos caíamos, nos salían caramelos y golosinas, y, como es normal, todos los niños se estaban tirando todo el día por la escalera y dándose golpes en todos sitios. Por esta razón, los traumatólogos, médicos que curaban las heridoas, tenían mucho trabajo, y apenas tiempo para sí mismos.
Un día, una traumatóloga llamada Raquel estaba llorando en el parque cuando una voz le preguntó: "¿Por qué lloras, bella joven?". Ella se volvió bruscamente y vio a un hombrecito de pequeña estatura con unos ojos grandes como pelotas de tenis, que resultó ser un Duende de los Deseos. "Bueno, tengo mucho trabajo, y por ello no podré ir al cumpleaños de mi madre, que es este viernes " le explicó Raquel. "Como bien sabes, soy un Duende de los Deseos, y, como mi propio nombre indica, te puedo conseder un deseo, te consederé el de tener menos trabajo, ¿de acuerdo?". Raquel asintió con gesto de aprobación y miró, con curiosidad, cómo el duende formulaba por lo bajo unas extrañas palabras y luego decía, despues de desaparecer en una nube de humo, estas palabras: "Tu deseo se ha cumplido".
Al día siguiente, una amiga de Raquel, muy preocupada, acudió preocupada a la consulta de la traumatóloga. "¡Mi hijo está enfermo! ¡En vez de caramelos le ha salido una cosa roja y líquida que me ha manchado todo el suelo!".
Como muchos habrán adivinado, la amiga de Raquel hablaba de lo que ahora todos conocemos como sangre, no como sustancia roja y líquida que mancha el suelo. Sí, y muchos estarán pensando que porqué tuvo Raquel que pedirle aquel deseo al duende, yo tampoco lo sé, ni me lo he planteado siquiera. Otros pensarán que porqué le pusieron el nombre de sangre a la sangre, y yo les respondo, esa ya es otra historia...
Tienes una imaginación pordigiosa,sigue cultivándola y llegarás muy lejos.
ResponderEliminarElena es precioso lo que escribes.
ResponderEliminarCreo que tienes un gran talento que sabes apreciar muy bien, espero que sigas así.
Jajajajaja, que historia mas bonita!!!
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