Mi querido y adoradísimo Peeta, te he encontrado un rival, Étienne St. Clair también ha conseguido robarme el corazón, y, aunque en este siempre habrá un huequito para ti, ahora deberás compartirlo con el maravilloso chico francés-británico-americano de Un beso en París. Un libro que saqué de la biblioteca y ahora lo quiero tener en mi estantería, porque sino ya no será una estantería perfecta, un libro que me ha hecho desear tener un giratiempo (que funcione) para volvérmelo a leer, un libro que me ha enamorado, un libro que me ha encantado. Un libro de esos que te dejan sin aliento y que se instalan en tu corazón para el resto de tu vida. Es cierto que me esperaba muchísimo de él, ya que es completamente imposible leer una mala crítica sobre la novela (iba a decir que le daría 100€ a quien la encuentre, pero, como no los tengo, mejor me callo). Para mí, un buen libro no es aquel del que te enamoras mientras lo lees, sino que, después de haberlo acabado, sigues enamorada de él. Y estoy completa y perdidamente enamorada de Un beso en París (y de Étienne, todo hay que decirlo).
La protagonista de esta maravillosa novela es Anna, una chica estadounidense a la que sus padres mandan a París para que estudie allí su último año antes de ir a la universidad. A Anna no le hace mucha gracia, pero, en la romántica y preciosa ciudad de París conoce a Étienne St. Clair, el chico de sus sueños, el único problema es que ya tiene novia, ¿conseguirá Anna el ansiado beso de su príncipe azul?
Leyendo un resumen así, podemos pensar: ¿Y cómo puede ser que un libro con un argumento tan simple reciba tan buenas críticas? Porque, por lo menos a mí, me pareció la típica historia en la que un chico conoce a una chica, chico y chica se enamoran, chico y chica discuten y chico y chica hacen las paces y viven felices y comen perdices. Pero, después de leer Un beso en París puedo jurar que no, que no va a ser así, que es una historia de amor en toda regla, una historia de amor que comienza con una fuerte amistad, y no el típico amor a primera vista tan poco creíble.
París me ha encantado, tuve la suerte de estar allí hace muy poco y ha sido maravilloso volver a través del papel, estar de nuevo entre parisinos y croissants en tu cama es una experiencia sin duda irrepetible, y, ¿qué más se puede pedir si encima tienes al chico mas maravilloso del mundo a tu lado?
La protagonista de esta maravillosa novela es Anna, una chica estadounidense a la que sus padres mandan a París para que estudie allí su último año antes de ir a la universidad. A Anna no le hace mucha gracia, pero, en la romántica y preciosa ciudad de París conoce a Étienne St. Clair, el chico de sus sueños, el único problema es que ya tiene novia, ¿conseguirá Anna el ansiado beso de su príncipe azul?
Leyendo un resumen así, podemos pensar: ¿Y cómo puede ser que un libro con un argumento tan simple reciba tan buenas críticas? Porque, por lo menos a mí, me pareció la típica historia en la que un chico conoce a una chica, chico y chica se enamoran, chico y chica discuten y chico y chica hacen las paces y viven felices y comen perdices. Pero, después de leer Un beso en París puedo jurar que no, que no va a ser así, que es una historia de amor en toda regla, una historia de amor que comienza con una fuerte amistad, y no el típico amor a primera vista tan poco creíble.
París me ha encantado, tuve la suerte de estar allí hace muy poco y ha sido maravilloso volver a través del papel, estar de nuevo entre parisinos y croissants en tu cama es una experiencia sin duda irrepetible, y, ¿qué más se puede pedir si encima tienes al chico mas maravilloso del mundo a tu lado?
Cuesta bastante decidir qué es lo que más me ha gustado de la novela, pero, tras mucho recapacitar, he llegado a la conclusión que los personajes han sido lo mejor, en especial Anna y Étienne. Anna es un personaje absolutamente creíble, divertida, irónica y extremadamente pulcra y ordenada (¡cómo yo!). Y bueno, Étienne, es Étienne, pero, a pesar de que al principio parezca demasiado perfecto, la autora ha conseguido convertirlo en alguien humano, aunque tremendamente encantador, eso sí.
Decir que lo recomiendo es poco, vuelvo a repetir, viajar a París a través del papel es una experiencia que se debe sentir al menos una vez en la vida.
Lo mejor: Los personajes, París, los croissants... Mejor resumo, todo.
Lo peor: Se acabó demasiado pronto.
Te gustará si... Si no te gusta es que no has leído bien.
Puntuación: 5/5 (Porque no le puedo poner más).
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