En este libro, Annika es recogida cuando era un bebé por dos cocineras de la Viena Imperial, donde vive y es educada para servir en la casa de unos inteligentes profesores. No obstante, cierto día llega a la ciudad una anciana señora, con quien Annika traba amistad, que le cuenta la leyenda de una antigua joya, la esmeralda de Kazán. Annika tendrá que descubrir la historia que esconde la legítima joya si quiere salvar su destino, que están en garras de una cruel mujer con horribles intenciones.
Lo que más me ha gustado de este libro es el constante suspense con el que te mantiene y la facilidad con la que hace que te imagines un final, que acaba siendo el opuesto. También me gusta mucho que refleja con claridad unos valores que a veces pasamos por alto, como el coraje o la alegría, que no son menos importantes que los demás. Un libro que te enseñará que nada es imposible de una forma mágica, por eso lo recomiendo.
Pauline es quizás mi personaje preferido en esta historia, la característica del miedo para afrontar lo nuevo también me caracteriza a mí, y creo que este libro me ha enseñado a ser un poquito más valiente, un poquito mejor persona.
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