Mi deporte favorito es nadar, me encanta. Por eso he escrito este cuento. Porque recuerdo muy bien el día en el que descubrí que al nadar con las manos cerradas, "como cucharas", iba mucho más rápido. Ese día lo comprendí, por qué otros niños me adelantaban con tanta facilidad, ahora no.
Gracias, cucharas.
A todos mis profesores de natación, con cariño.
Bueno, esta es la historia de El Gran campeonato de Braza, que ocurrió hace muchos años, muchísimos años.
Bueno, esta es la historia de El Gran campeonato de Braza, que ocurrió hace muchos años, muchísimos años.
Todo
comenzó con dos entrenadores de natación, uno era un tenedor, y el otro
una cuchara. Ambos decían que su cubierto era mejor nadador de braza.
“¡Organízemos
una competición entonces! ¡UN GRAN CAMPEONATO! El cubierto que lo gane
será el mejor nadador de braza por siempre y eligirá las reglas de dicho
estilo” propuso el tenedor.
“¡Acepto tu reto!” le contestó la cuchara, enfadada.
Y llegó el día de El Gran Campeonato, todos los cubiertos estaban nerviosos, pero decididos a no perderse la gran ceremonia que aquel día se celebraría.
El
juez dio la señal de salida y cada cubierto salió como las balas, pero
muy pronto, la cuchara le cogió una gran ventaja al tenedor, pues como
no tenía agujeros, podía avanzar con mayor rapidez. El juez era un
cuchillo, se había decidido así para que no favoreciese a ninguno de los
dos equipos, pero como el cuchillo casi siempre trabajaba con el
tenedor, quizás lo prefiriese un poco. Fueron unos momentos angustiosos e
intrigantes, los tenedores pinchaban a las cucharas con burlas, y las
cucharas daban manotazos a cada tenedor que veían. Pero, finalmente,
como todos observaron, la cuchara ganó, el cuchillo trató de decir que
había hecho trampa, pero él no era el único que había visto el
campeonato, y por lo tanto, no pudo mentir.
Todas
las cucharas celebraron su victoria, pero no invitaron ni a los
tenedores ni a los cuchillos, porque, como todos sabemos, las cucharas
siempre han ido solas.
Y por eso, ahora nuestras menos cuando nadamos braza tienen que ir como cucharas, como las vencedoras de El Gran Campeonato. Con los dedos cerrados.
Y aquí tienen, esta es la historia de El Gran Campeonato de Braza.
Y por eso, ahora nuestras menos cuando nadamos braza tienen que ir como cucharas, como las vencedoras de El Gran Campeonato. Con los dedos cerrados.
Y aquí tienen, esta es la historia de El Gran Campeonato de Braza.
Hola Elena, soy sarahaa!!
ResponderEliminarEs toy encantada de poder seguir tus maravillosos cuentos sumergidos en aventura e intriga. Este cuento te ha quedado precioso!!!
Besos,sarahaa!!
Elena, soy Pedro Padrón. Aunque solamente he podido mirar tu blog por encima, te digo que me encanta. Es un blog muy bien hecho, muy interesante y muy agradable. ¡Enhorabuena por un trabajo excelente y por compartir una bonita parte de tu mundo!
ResponderEliminarMe alegro mucho de que les guste mi blog! Aunque lo he empezado hace poco, me encanta hacerlo, aunque me gusta más que les guste leerlo.
ResponderEliminarhoolaaa Elena.... me encantan todos tus cuentos, y tu forma de expresarlo... SIGUE ASIIII !!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarElena me encanta tu blog, soy tu fan número uno.
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