¿Quién se acuerda del volcán de El Hierro y lo que sufrieron los habitantes por él? Yo me acuerdo, sobre todo al leer este cuento, que escribí cuando el volcán estaba activo. También me acuerdo del volcán cuando voy a El Hierro, y veo que todo está volviendo a la normalidad, pero sé que sigue ahí, y me gustaría saber, o por lo menos tener la esperanza, de que todo tendrá un final feliz. Y quiero que ustedes también la tengan, por eso se los enseño.
Espero que les guste:
A mi abuela, una auténtica herreña que ha estado siempre pendiente del volcán, a El Hierro y a todos sus habitantes, por lo que han sufrido por el él, para que sepan que todo tendrá un final feliz.
Esta
el la gran lucha de la tierra y el magma. El magma es como un oso, que
hiverna, solo que muchos años más, muchos siglos más. Pero hay un
momento que el magma se despierta, y se da cuenta que tiene ganas de
salir, que ya está aburrido de estar encerrado y dormir, porque ya todos
los sueños son iguales, y tiene ganas de ver el sol. Todas las personas
soñamos con que en nuestra vida el magma no se despierte, ni en la de
nuestros hijos, ni en la de nuestros nietos, ni en la de nuestros
bisnietos... Pero esto tiene que ocurrir en algún momento, y está
ocurriendo ahora.
El magma bosteza, se quita su gorrito de dormir y se levanta, con tanta energía que produce un seismo, y grita:
“¡¡Tierra sur, prepárate, que voy a salir por aquí!!”
Y la pobre Tierra sur responde, asustada:
“¡NO! ¡Por aquí no salgas, que hay casas sobre mí, te lo ruego, gran magma... MÁRCHATE DE AQUÍ!”
El
magma, a pesar de tener muchas ganas de salir, acepta, aunque un poco a
regañadientes, se dirige al este. Comienza a caminar, a deslizarse,
mejor dicho, produciendo seismos por donde quiera que pasase. Cuando ya
llevaba varios días caminando (los magmas son muy lentos caminando por
naturaleza) empezó a arrepentirse de no haber salido por Tierra sur. “Ya queda menos” se consolaba. Hasta que por fin llega, y grita:
“¡¡Tierra este, prepárate, que voy a salir por aquí!!”
“¡NO! ¡Por aquí no salgas, el aeropuerto está sobre mí, te lo ruego, gran magma... MÁRCHATE DE AQUÍ!”
Esta vez el magma se detuvo a pensarlo un poco más. “Bien” piensa “tendré
que marcharme a otro lugar, si destruyo el aeropuerto, nadie podrá
venir a verme, y entonces... ¿De qué serviría convertirme en volcán?” Y
así, el magma se dirige al norte. El magma está cansado, de tanto
deslizarse, se enfada consigo mismo, y eso hace que los seismos sean más
fuertes, y ruge, asustando a los herreños, porque aunque no lo habíamos
dicho, todo esto está ocurriendo en El Hierro. “Grrrr, pero que tonto soy, si no pueden venir por el aeropuerto... ¡¡Podían venir por el puerto!!” Claro
que el magma no sabía que el puerto también estaba en Tierra este. El
magma por fin llega, y furioso, grita, asustando a la población herreña:
“¡¡Tierra norte prepárate, que voy a salir por aquí!!”
“¡NO! ¡Por aquí no salgas, las plantaciones de piña están sobre mí, te lo ruego, gran magma... MÁRCHATE DE AQUÍ!” sollozaba Tierra norte, pues era la más débil de las cuatro.
El
magma esta vez se quedo muchas horas pensando, tantas, que pronto se
convirtieron en días, cada poco tiempo, el magma gruñía, produciendo un
seismo y provocando que se cerrase el túnel de los Roquillos. “Me marcharé, si no echaré a perder las plantaciones de piña... ¡Con lo ricas que están!”
El pobre magma, ya cansado, se marcha en dirección al oeste, pensando
que ya no esperará aunque encima estuviese su esposa (a pesar de no
tener esposa) Y el pobre magma seguía caminando, cada vez más cansado...
Porque los magmas, a pesar de dormir siglos y siglos, se cansan muy
rápido. Y por fin el magma llega, con más ganas que nunca de salir, de
ver el sol, y luego estallar, explotar en mil pedazos ardientes, y ser
portada en los periódicos y en las revistas, y la noticia más oída de
todo el día, que fuera lo único de lo que hablase la gente, en fin, ya
estaba cerca. El magma llega y grita:
“¡¡Tierra oeste, prepárate, que voy a salir por aquí!!”
“Muy bien, gran magma,
por mí podrás salir.
Pero una cosa me prometerás,
que pase lo que pase,
mis letreros antiguos no estropearás,
porque si no parte de mi fama me quitarás”
El
magma lo promete y cumple su sueño, estalla en mil pedazos ardientes,
ve el sol, sale en las portadas de revistas y periódicos, la gente habla
solo de él, es la noticia que más sale en la televisión...
Pero lo más importante es que no causa ningún daño a los herreños, porque explota en El Júlan , un bonito paraje para contemplar lo que antes era magma y ahora es volcán.