Y vuelvo a las andadas con las reseñas, esta vez con Encantamiento de Luna, libro escrito por Javier Ruescas y perteneciente a la colección Cuentos de Bereth. No había oído hablar mucho de estos libros, y las reseñas que había leído no es que lo pusieran por las nubes, aunque sí lo definían como lectura rápida, que te lees por encima, interesante y fácil de leer. Y he de decir que, aunque tampoco es el mejor libro que he haya leído jamás, de leerte por encima nada, porque te metes en la historia, y la disfrutas.
La novela habla de un reino, Bereth, donde la vida es pacífica y tranquila, a pesar de los rumores de una inminente guerra contra Belmont y del dragón que ronda por los límites del bosque durante la noche. Y así transcurre la vida en nuestro lugar de ensueño para todos excepto para Duna, una joven aldeana rebelde que se niega a vivir simplemente para servir a su futuro marido en las tareas de la casa. Y sus desafiantes modales la llevan directamente a un extraño castigo: deberá continuar sus estudios en el palacio, al servicio de la familia real.
En primer lugar, el libro me gustó mucho, ya que el lugar en el que se desarrolla la historia me encanta, al igual que esta misma y sus personajes. No es una trama perfecta, ya que, en algunos puntos, se puede llegar a hacer un poco predecible o demasiado rápida, pero aún así, te entretienes, y deseas conseguir la segunda parte.
Y tras este resumen general del libro, voy a un tema que, como sabrán, me encanta. Los personajes. Y he de decir que me han gustado bastante. Duna se ha ganado, sin lugar a dudas, el primer puesto de mi lista, he disfrutado mucho con sus modales rebeldes o sus sarcasmos, así mismo como su capacidad por arriesgarlo todo por aquellos a quien ama (cualidad que he visto en la mayoría de los personajes de las novelas que leo). Sería un crimen no meter a Adhárel en este párrafo, porque, ¿a quién no se le cae la baba por un príncipe preocupado por su reino y a la vez locamente enamorado de una muchacha testaruda? Sin embargo, tengo algo que decir en contra de los personajes, y es sus nombres, y no es que sean feos, sino que no coinciden entre sí. Me explico, en la novela se mezclas nombres de todos los lugares e inventados, y no hay ningún nexo entre ellos. En una misma historia hay un personaje llamado Dimitri, otro Zennion, otro Andrew, otro Simón y otro Cinthia. Y no es algo que afecte al libro, simplemente que me parece que esa conexión debería mantenerse en un buen libro.
Como otro dato interesante voy a contar una cosa muy curiosa que me pasó con esta novela, y es que en esa parte del libro en la que lo único que piensas en clase (solo que yo estaba en vacaciones) es en acabar de una vez para ir corriendo a leer. Pues en esa parte, precisamente ahí, de pronto, me encontré con cuatro o cinco hojas sin imprimir, completamente en blanco. ¡Y qué largos se me hicieron los días de espera antes de poder ir a la librería! ¡Por poco me da algo! Afortunadamente, les quedaba un ejemplar bien impreso, que, aunque algo manchado, no dudé en llevarme para acabar con la historia.
Y ahora espero con ansia el momento de hacerme con la segunda parte, porque esta trilogía no la pienso dejar a mitad, ¡es demasiado interesante!
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