Recuerdo con mucho cariño una tarde cualquiera hace ya unos cuantos años, el la que yo, como un día cualquiera, estaba en casa de mi abuela mientras ellos veían las noticias. No les prestaba mucha atención hasta que me dijeron que lo hiciera, Ana María Matute, una escritora maravillosa, acaba de recibir el Premio Cervantes (yo aún no sabía qué era eso). Me explicaron que aquel era un premio muy importante para escritores que escribiesen en español. Aquel día tuve por primera vez un modelo a seguir, siempre había querido ser escritora, pero por primera vez quise ser cómo alguien en particular, como una persona existente. Quería conseguir el Premio Cervantes (ahora me bastaría con lograr acabar algo, pero bueno). Mi madre tuvo el detalle de imprimirme el discurso de Ana María y lo leí, descubrí que su afán por escribir siendo solo una niña era muy parecido al mío y ahí quedó todo. El discurso acabó siendo un tocho de hojas en sucio y me olvidé completamente de la existencia de Ana María Matute. He tenido muchos modelos a seguir desde entonces. No volví a acordarme hasta el día de mi cumpleaños de este año, cuando recibí como regalo (muy buen regalo, por cierto) Paulina, de Ana María Matute, libro que hoy les vengo a reseñar.
En primer lugar, en Paulina se nos cuenta la historia de una niña llamada Paulina (no, ¿en serio?) que, tras una enfermedad tiene que ir a vivir con sus abuelos a las montañas, para recuperar su buena salud. Allí conocerá a un montón de personas encantadoras, correrá algunas aventuras y se hará amiga de Nin, una niño ciego.
Es cierto que el argumento de original tiene poco, y que recuerda un poco a Heidi, por lo menos a mí. Pero, a pesar de eso, la autora sabe capturarnos con los pequeños detalles. Unos problemas algo inesperados no son los que te mantienen con ganas de leer, sino los personajes tan geniales protagonistas de esos problemas. Paulina comienza siendo una niña enferma que hace todo lo que le dicen y se porta bien, pero que a la vez se plantea cosas, cosas que, con el tiempo, al ir creciendo poco a poco, se atreve a plantear a sus abuelos o amigos. Nin es un niño que, de la misma edad de Paulina, ya es maduro. Al ser ciego, cree que solo es un incordio para sus padres, y hace todo lo posible por dejar de serlo. Después tenemos a los personajes secundarios, que también son fantásticos. Me han encantado el abuelo de Paulina, que, a diferencia de Susana, ya la trata como a una niña mayor, y Marta, con sus canciones y sonrisas cariñosas.
Creo que poco me queda por decir. En definitiva, Paulina no es uno de los mejores libros que me he leído, pero es un libro agradable para leer en un momento por poco rato, para escaparte durante un segundo de exámenes y trabajos pero sin llegar a perder el sueño por él. Paulina no tiene un argumento que capture al máximo su atención, pero es un libro bonito, si sabes leer los mensajes que hay entre líneas.
Lo mejor: Los personajes y los pequeños aunque importantes mensajes que te transmite la historia.
Lo peor: No tiene fallos, simplemente, no tiene tantas cosas buenas como otros libros.
Te gustará si... Necesitas algo para leer sin que te distraiga demasiado, una lectura rápida.
Puntuación: 3.5/5
Elena,Sé que tienes madera de escritora y también sé, que algún día nos deleitarás con un libro escrito por tí, no importa que no llegues a conseguir el Premio Cervantes, lo principal que te guste lo que haces y que lo hagas con ulusión.
ResponderEliminarElena , me encantó la descripción del libro, y lo has redactado muy bien,tengo ganas de leerlo.
ResponderEliminarQue animal era Felisona
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